Si fuera por desear...

... Pediría que en el mundo no existiera nadie más que tú y yo.
Que tu pasado y el mío se borraran de un plumazo.
Que los errores se olvidaran y sólo quedaran los aprendizajes.
Que la vida fuera simple.
Que la felicidad fuera eterna.
Que no existieran lágrimas.
Y poder abrazarte eternamente...

Scorpions

De golpe y porrazo se nos vino la época de los recuerdos, de la música ochentera glam, de las bandas que marcaron mi niñez. Y es que este 2010 pretende dejarme en bancarrota con tanto concierto.

Hace un par de días tuve el honor de poder escuchar y VER!!! a Scorpions. Como siempre, concertamos con mis amigos de la Comunidad Black Ice, sección Las Pelotas (mis compañeros de ruta en Buenos Aires en la aventura AC/DC) para ir, pero como el presupuesto era escuálido debíamos conformarnos con las entradas más baratas. Una movida de última hora (gracias Mona!!) me permitió mejorar descomunalmente la ubicación y poder gozar, cual niña de 5 años en una juguetería, con esos grandes éxitos que marcaron mi infancia y, por qué no decirlo, incluso parte de mi vida más adulta.


Y ahora, Bon Jovi, espérame!!!!

2 Years Ago...

Hace dos años - a esta misma hora - me encontraba sentada en un pub de Viña del Mar, y mientras mis manos jugueteaban con un vaso de daiquiri frutilla, yo intentaba desenvolverme en un aún precario y tímido inglés. Aún me costaba ser yo misma y el miedo a no estar a la altura me consumía en ocasiones, sumergiéndome en un silencio que a ratos me parecía una eternidad.
Esa, sin dudas, no era yo.
Yo soy la de días después, la del espíritu libre, la de la vida sin límites, la de la risa rápida y el llanto también pronto. La de las ideas delirantes y los sueños locos. La que coge la espada y puede blandirla contra el peligro, la que no necesita de príncipes encantados que maten los dragones por ella, porque es capaz de hacerlo por sí sola.
Sin embargo, también soy la que necesita, en noches de soledad, de un abrazo caluroso, de manos firmes que sean capaces de espantar los fantasmas del pasado y de una voz calmada y pausada que me retorne a la realidad y me muestre el futuro. La que necesita desesperadamente sentirse protegida. La que busca continuamente el equilibrio perdido hace tanto. La que espera pacientemente que las alas que alguna vez tuvo, vuelvan a nacer.
Para uno, soy la que conociste, pero a la vez ya no lo soy. Para ti, soy la de las alas rotas.
Para otro, fui la que no conociste, pero hoy soy la que hoy soy. Para ti, soy la que emprende el vuelo.