2008

Estamos en las últimas horas de uno de los años más lindos de mi vida, y el día de hoy fue particularmente precioso... La despedida con la gente de mi trabajo fue linda y emotiva.
Y en la suma y resta, es más lo bueno que lo malo... Este año llegó Peter Karlsson a mi vida, y espero que sea para quedarse en ella. Mi familia tiene salud, aunque han habido unas separaciones de por medio. Este año no pasé por pabellón y tuve unas vacaciones de lujo en un lugar donde siempre quise estar. Conocí gente linda. Mis amigos están bastante bien.... Sandra está viviendo con Cristián, Kari salió muy bien en su práctica, Lolo entró a investigaciones y otros amigos se casaron, se separaron y volvieron y otras están en vísperas de agrandar la familia. Descubrí que existen "amigos" que son capaces de traicionarte por un par de cochinos pesos, pero que otros reaparecen en la adversidad. Viví sola y ahora vivo en pecado. Me convencí de que cuando actúas bien, la recompensa es grande. Pero por sobre todo, me di cuenta que cuando el amor llega no hay razón por la cual dejarlo escapar, por más kilometros que hayan de por medio o por más diferencias culturales y lenguistícas que existan....

Adios 2008, y espero feliz el 2009!!!!!

Delicias Culinarias

Y bueno, acá estoy convertida en toda una ama de casa... mentiraaaa, es sólo que aprovecho este esguince para cocinar un poco ya que Peter me ha tenido demasiado regalona en lo que se refiere a comida y limpieza. Sin embargo insistí e insistí en que preparáramos esas exquisitas galletas de jengibre que habíamos probado para la celebración de Santa Lucía, así que nos pusimos manos a la obra...



Y la verdad es que, luego de horas y horas de trabajo, nos quedaron divinas!!

El día que estuve en Suecia

No se trata de un viaje al viejo continente, pero sí a una aproximación a la cultura escandinava. El amor me llevó al extremo de ir un sábado por la tarde a la iglesia. A la iglesia? Así, es. El sábado fuimos a una pequeña iglesia en Las Condes a ver la celebración de Santa Lucía, tradición sueca, donde, por supuesto, la niña más rubia representa a Lucía, con una gran corona de velas en la cabeza, acompañada de niños (y algunos no tanto) con disfraces de estrellas, galletas de gingibre y pequeños duendes. Peter dice que en esto se repite en todas las casas, donde a primera hora de la mañana la hija mayor se viste de esta manera para repartir café y galletas a quienes vivan en la casa.

Primero tomamos un café acompañado de unos dulces tradicionales, más galletas. Ahí conocimos a una chica sueca, acompañada de su pololo chileno, así que no me sentí tan oscurita (al menos no era la única) Muy simpáticos ellos, aún entre la mezcla de sueco, español e inglés. Luego pasamos a la iglesia, a una ceremonia realmente hermosa. Entraron todos cantando, con sus velas, mientras la penumbra nos envolvía, y me encantó oir villancicos en un idioma donde no entiendo más que un par de palabras. Mención especial a la canción dedicada a los pequeños duendes, ¿la encontraré en youtube?)