Hard enough...

Estas últimas semanas no han sido fáciles, y aunque traté de ponerle al mal tiempo buena cara, me resultó horrible, sobre todo por ese maldito afán de guardarme las cosas hasta explotar, por desconfiar de todo y de todos y ser incapaz de abrirme con nadie más que no sea yo misma, porque a veces este carácter impulsivo e impaciente me juega las peores jugadas.
Pero ya lo dije una vez, al menos aprendí a no hacerle daño con eso a nadie, y si alguien sale dañado, soy sólo yo... porque no soporto hacerle daño al mundo, si sé que yo puedo resistir mucho más que otros.
Lo resistí una y otra vez, y acá estoy, viva.
Si no morí hace casi 8 años, si no morí hace 2, ya nada puede destruirme.