Interculturalidad

Recién la semana pasada me cayó la teja sobre lo que estoy a punto de hacer, mientras tomaba un café con Kari. Fue como una visión y me di cuenta "Omg, me voy a vivir con un hombre"... Y no se trata sólo de eso, o sea, es primera vez que tomo la decisión de compartir mi cama todos los días con alguien, porque la época en que viví con Fito era distinta... era mi amigo y jamás de los jamases pasó nada entre nosotros. Y las vacaciones con P. fueron eso, vacaciones. Pero cuando me anunció que se venía a Chile antes de obtener los papeles no tuve mucho tiempo de arrepentirme, y mejor así, sino salía mi lado gallina y, para variar, Patty salía corriendo y escapando de otra relación. Esta vez el vikingo no me dejó espacio para eso.
Y ese es el tema, no sólo se trata de convivir con un hombre, de llevar una relación a un plano inexplorado para mí, sino que de hacerlo con alguien con quien no compartimos ni siquiera el mismo idioma. ¿Cómo se lleva adelante una relación así? No sé, pero si logramos mantenerla durante todos estos meses a distancia, y no terminamos matándonos en septiembre, creo que las expectativas son altas, amo esas pequeñas diferencias que hay entre nosotros y todavía me pregunto qué lo lleva a abandonar un país de tanto bienestar para venir al último rincón del mundo. Quizás sea que, según sus palabras, los chilenos son más cálidos. Pienso que además le gusta esta no tan estricta ley de tabaco que le permite fumar en discos y pubs. Todavía me acuerdo la cara de sorpresa la primera vez que me vio fumando dentro de la casa. Pero creo que le costará acostumbrarse al tráfico (manejamos tan mal), al español estilo chilensis y a no cenar a las 4 de la tarde, quizás también a que no todos se sacan los zapatos al entrar a una casa y a que Chile tiene muy pocos buenos conciertos en un año.
Pero.... ¡¡voy a vivir con un hombreeeeeeeeeee!! =S