jueves, 20 de mayo de 2010

Almendra

Almendra era la poodle toy que, para el día de la madre del año 2000, llegó a nuestro hogar. Aún recuerdo la fría mañana de otoño en que, junto a EX, la fuimos a buscar. Ahí estaba, pequeña y cochina, en casa de una señora que se lamentaba de las orejas algo grises de la única cachorra que no había logrado vender a la fechha. Nada más verla supe que sería la mascota que debía tener mi madre, quien hace rato transmitía con que quería un poodle.

El día que fuimos a buscar a Almendra era viernes, y como en ese entonces no tenía auto, fue transportada comodamente en el bolsillo de la parka de EX, quien la llevó a su casa para que la sorpresa fuera completa. Era apenas un punto que miraba con curiosidad a la calle, entraba perfectamente en el lavamanos y ni siquiera era capaz de subir a la cama, por lo que lloraba para ser cargada en brazos y poder, al fin, estar en aquel lugar que tan cómodo debía parecerle.

El sábado no soporté más y, a eso de las 23:00, la tomé en mi morral y la llevé a casa. Mi padre fue el primero en verla y creo que fue amor a primera vista. Nunca reconoció a mi madre como ama, y decidió adoptar a mi padre, con quien desarrollaron una relación casi simbiótica y de dependencia por 10 años, y poco le importaba a ese macho recio arriesgar su prestigio con tal de sacar a pasear a la mascota, con su corte correspondiente, por los más diversos lugares.

Cuando mis padres se iban de vacaciones, por supuesto Almendra era la primera en tener asegurado su pasaje. Por ello, era común ver a padre y perra caminar por las playas de Mar del Plata, el balneario de Viña del Mar y el Parque Bustamante de Santiago, donde sagradamente iban dos veces al día.

Almendra murió el 18 de Mayo, luego de 10 años (ellos insisten en que fueron 12) de amor.

Y mientras yo lloraba su partida en Santiago, en el lugar que ella tanto amaba, mi padre escribía en Punta Arenas: "Almendra amiga, Almendra compañera de ruta, Almendra noble. Se fue parte de mi vida, me queda el consuelo de que murio en mis manos .. Se fue contenta, fueron doce años de compañia .¡¡ALMENDRA NUNCA FALTO A LA CITA¡¡"

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