Besarte el sábado fue, de todas las cosas idiotas que he hecho el último tiempo, quizás la más errada de las decisiones, no sólo por lo que los demás pudiesen pensar, sino por cómo me sentí, y es que no suelo besar desconocidos, y menos los sábados. ¿Por qué? Porque los sábados siempre han sido los días de besos importantes.
Un sábado recibí mi primer beso junto a aquella cancha de patinaje en hielo, cuando en la euforia de los 13 años pensé que éste podía ser de aquellos amores de "para siempre", y cómo no, si esas manos cubrían el frío que paralizaba las mías, y esa cálida respiración agitada entibiaba mi congelada nariz. O aquel sábado en que, borrachos de aire puro, fuego, pasión y alcohol, nos fundimos en ese único beso, antes de que partieras con tu mochila llena de sueños pero tu corazón lleno de mí.
Fue un sábado en que ese desconocido, en medio de la estación de trenes, me tomó entre sus brazos y me cambió la vida, y fue un día como ese en que caí tontamente en tus brazos para recibir el peor beso de mi vida.
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Saturday's kiss
Etiquetas:
Is this real? Maybe... or not...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 mortales ociosos han comentado:
Hola mi niña ojiverde te ves reeeegia.. (te vi en face)
En serio recuerdas el día exacto de tu primer beso?? :o
Tal vez ya no era sábado eran más de las 12 o no?? o tal vez si fue importante... o no?? busquemosle por todos lados para que no se rompa la tradición..
Un abrazote
PAU
Publicar un comentario