Cerrando ciclos...

Increíble cómo, 12 años después, a veces aún pienso en ti, y lo más impresionante en mí, con cariño.
Mientras escucho todas esas canciones que compartimos en nuestras tardes y noches de eternas charlas, veo, sin que lo sepas, las fotos de tu matrimonio.

Te ves tal cual te imaginaba, igual de flaco y con el pelo más largo que la última vez que nos vimos. Pero cambiamos, y mucho. Nada queda del par de anarquistas dispuestos a romper el sistema, al contrario, yo terminé trabajando en él y veo que superaste tu aversión a la iglesia.

Pensé que cuando este día llegara (si es que llegaba, porque lo dudé, debo decirlo) el corazón se me partiría en mil pedazos, y que el fantasma del recuerdo cubriría mis pensamientos. ¡Cómo hemos crecido! Tampoco esta vez morí, y si un par de lágrimas cayeron fue sólo de felicidad, porque eres una de mis personas favoritas y sólo quiero verte feliz, como te vi.

Gracias por todo, siempre serás mi primer amor.