...vuelvo a dormir en el mismo dormitorio, en la misma pequeña cama de dos plazas y, como aquella vez, la paz y la calma me abrazan.
Hay frío, pero todo es soportable al meterme entre las sábanas.
22 años después, vuelvo a dormir en la cama en que murió mi abuela, y sigo recordando que quizás nunca dormí tan bien como aquella noche, la noche en que mientras todos la lloraban, yo dormía con una sonrisa en la cara, sabiendo que nunca más estaría sola y que tú descansaban al fin de tu tortura.
Esta noche estás conmigo, Elenita.
Buenas noches, abuela.
BTW: Hace ya un año comencé también mi vida en Santiago... cómo pueden tantas cosas cambiar en un sólo día??
domingo, 1 de mayo de 2011
22 años después...
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From the deepest of my heart
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