martes, 2 de marzo de 2010

Aguanta, Chile (I)

Chile literalmente se estremeció este sábado. El terremoto más grande de los últimos tiempos (8.5 grados en la escala de Richter) despertó a gran parte del país a eso de las 03:30. Quienes disfrutaban de una noche de fin de semana, salieron arrancando de los lugares donde se encontraban. A quienes dormían, el tiempo apenas les alcanzó para salir - en el mejor de los casos - en pijamas y ver cómo sus sueños y sacrificios de años se caían a pedazos durante largos 90 segundos.

Durante esos 90 segundos, Chile cambió.

No se trata de que, como escribió un simpático lector en cierto artículo de La Tercera, Chile cambió al mundo por aquello del cambio del eje de la tierra y que el día ahora sea imperceptiblemente más corto. Chile cambió porque el pánico y la inseguridad se instalaron nuevamente en nuestra gente. Chile cambió porque familias completas se desintegraron. Chile cambió porque, de golpe y porrazo, tuvimos que recordar el significado de la palabra humildad.

"The offers from Bolivia and Peru particularly stood out, given their longstanding rifts with Chile over territories lost in a 19th century war, which are still the source of friction with Santiago, to the point that Bolivia has not had diplomatic relations with Chile since 1978, and Peru has a lawsuit pending against Chile at the International Court of Justice in The Hague.

"It is a dreadful thing to see our Latin American brothers and sisters killed by an earthquake. I feel that nature can't stand any more policies that destroy the environment, and that Mother Earth is getting angry. As we did for Peru and Haiti, we will share the little we have with the Chilean people," said Bolivian President Evo Morales.

In Peru, President García decreed a day of national mourning, with the national flag flown at half-mast on all public buildings. He said his country "is at the service of the Chilean people and government for whatever they need."


Agradezco a Esa Fuerza Superior que mi familia está bien y que las pérdidas son sólo materiales. No quiero aún pensar en cuánto tendré que invertir para que mi departamento sea habitable porque, ante esta desgracia, me parece de una mezquindad enorme.

Mi Kari está bien, pese a que se encontraba en Talca y Taca también, aunque aún no logro comunicarme personalmente con él. Carola prácticamente ha perdido su casa, pero eso es lo de menos, hoy lo importante es que logre saber algo de su madre; Cecilia Debelli Meza, de Coronel ya que no ha tenido noticias de ella desde que ocurrió el terremoto.

De mi amiga Paula no se ha sabido nada, ella y su marido Francisco viven en San Pedro de la Paz y no hay novedades de ellos desde el momento del terremoto. Macarena está haciendo un tremendo esfuerzo desde USA por ubicarla y, evidentemente, la familia de Francisco está desesperada.

Por favor, si alguien tiene noticias de cualquiera de estas personas, envíenme un mensaje, dejen una pista en esta página o únanse a este grupo en facebook.

3 mortales ociosos han comentado:

Jessica dijo...

Nina ya aparecieron, están bien, en casa de los papás de Paula, perdieron todo creo, pero están bien, ya hay publicación en el grupo de FB

Saludos y fuerza mucha fuerza

M dijo...

Te lei con atraso y se me volvio a poner la piel de gallina. Gracias por haber estado ahi ayudando Nina, por seguir ahi

SRTA TEMPLARIA dijo...

:(

Vine a copiarte el nombre de la plantilla para tener donde buscar modelos como el tuyo y me encontré con esta entrada. Me dio tristeza. Pero bueno... pa' adelante nomás!

Un abrazote chica-rock!
te quiero mucho

 
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