jueves, 18 de junio de 2009

Amigos con ventaja

Ayer fue un día bastante ocupado, entre realizar un taller de comunicación y desarrollo personal para becarios indígenas, afinar 3 convenios, sistematizar la información de 500 becarios, preparar el viaje de trabajo a Natales (hoy) y Porvenir (mañana), afinar la minuta de los programas que tengo a cargo, cumplir con mi función de asesora política de la jefa, dos reuniones e ir a clases, no tuve mucho tiempo de realizar mi recorrido matutino por los medios, cosa que recién pude hacer en la noche. Podrán tratarme de superficial, pero más allá de impresionarme por el 3er muerto a causa de la influenza humana o del caso de la mujer que cumplirá reclusión nocturna por vivir con gatos en un departamento, lo que más llamó mi atención fue un blog de terra que hablaba de algunos mitos femeninos, entre ellos sobre los famosos "amigos con ventaja".

La escritora buscaba desmentir el mito de que las mujeres siempre involucraban sentimientos y emociones en este tipo de relaciones, aunque en realidad terminaba separando a las mujeres en dos grandes grupos: las que no conciben el sexo sin amor y a las que no les causa culpa disfrutar de la sexualidad sin compromiso... si tuviera que encasillarme, creo que lo haría en el segundo grupo. En mi vida he tenido varios "no string attached", precisamente por un tema de comodidad, quienes me conocen saben que, como regla, no soy muy dada a establecer relaciones estables (1) y que disfruto bastante de mi libertad. Pese a ello, y en un principio, también se me hizo difuso el límite entre la amistad con ventaja y algo más.

De los amigos con cover más relevantes podría nombrar a C., y con quien, precisamente, ese límite se me anduvo corriendo un poco. Cuando nuestra amistad pasó a ese nivel a mí también comenzaron a pasarme cosas y terminé dándome cuenta que me había enamorado hasta las masas, y lo que es peor, que llevaba mucho tiempo - incluso años - en ese estado. Por supuesto no supe como comportarme, pasé de la etapa de desinterés fingido a la patética declaración de amor (por carta, no me dio el cuero para decirlo cara a cara) y luego a buscar, inconscientemente, un quiebre. No pensé que sería tan drástico y que hoy, luego de 2 años de distanciamiento, no exista el más mínimo contacto.

Ya luego me fui al otro extremo, tratando de conectarme aún más con mi lado masculino. Fue el momento en que acepté incluir a M. en el listado. No puedo quejarme, no fue para nada mala decisión, pero sí me dejó un sentimiento medio culposo... mal que mal estaba jugando con fuego, M. ha sido mi mejor amigo desde el colegio, aunque en la universidad nos distanciamos bastante. Y pese a algunos momentos en que pienso que mis defensas están bajando, que me complica tanta llamada telefónica, sé que no estoy confundiendo las cosas y que estoy clara en lo que siento... lo que no sé es si yo estoy lista nuevamente para tener sexo sin amor, aún me quedan días para pensarlo. O bien me acostumbré al amor sin sexo...


(1) Toda regla tiene su excepción, en mi caso ha ocurrido igual, el problema es que cuando he dado el paso siguiente termino arruinando las cosas u ocurren desgracias dignas de telenovela venezolana.

2 mortales ociosos han comentado:

kanki dijo...

Pucha, éste es un tema que da para laaargo. Pero presiento que en mi viaje a PA te veré poco y nada jajaja

SRTA TEMPLARIA dijo...

jejeje yo tengo un poco de las dos...

Depende .. todo depende

Besos!

Debes andar de viaje ... abrazosss

PAU

 
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